Nació Clemente Palma en Lima, el
3 de diciembre de 1872, siendo por tanto Sagitario, signo de fuego bajo el gobierno
de Júpiter. Hijo de Clementina Ramírez, su padre, don Ricardo Palma (1833-1919),
destacado escritor, profesor y político, sería prácticamente uno de los
iniciadores de la moderna literatura peruana, creador de las conocidas Tradiciones
peruanas, que fue publicando de 1872 a 1910, género prácticamente de su
invención, mezcla de historia, ficción y realidad, que le ganaría la admiración
de sus compatriotas y de todo el ámbito hispano, conociendo numerosas y
variadas ediciones hasta el día de hoy. Su hermana Angélica (1878 1935) sería
también escritora y periodista, guardiana de la memoria inmortal de su padre, y
pionera del feminismo… Movimiento por el que Clemente no parecía sentir
especial simpatía.
Aunque estudiante un tanto
rebelde y problemático, que cambia a menudo de escuela, termina Palma sus
estudios en el Colegio Lima hacia 1890, donde conoce al futuro poeta modernista
José Santos Chocano, con quien colabora en la revista escolar. Pasa a trabajar
al año siguiente, gracias a su padre, en la Biblioteca Nacional, mientras
estudia en la Facultad de Letras y comienza a publicar sus primeros poemas,
artículos y relatos en revistas como El Iris — donde ejerce también de editor—,
El Perú Artístico o el diario El Comercio, en el que verán la luz la mayoría de
sus futuros Cuentos malévolos. En 1897 recibe el doctorado en Letras con su
tesis Filosofía y Arte.
Al año siguiente, publica en
Barcelona su primer libro: El Perú, tratado divulgativo sobre la historia de su
país, destinado a los escolares españoles, escrito en forma novelada. Aunque
termina también satisfactoriamente estudios de Derecho, nunca llegará a ejercer
la abogacía.
En 1902, ocupa el puesto de
Cónsul en España, instalándose en Barcelona, aunque frecuentando también Madrid
y otras ciudades. Será aquí, como ya se dijo, donde conozca a su esposa, y
donde nazca su primera hija, Edith.
A su regreso a Lima, en 1904,
mientras retoma el trabajo en la Biblioteca Nacional, se publica en Barcelona
su libro Cuentos malévolos, con un no
menos malévolo, a su manera, prólogo de Don Miguel de Unamuno. Su carrera
literaria y, sobre todo, periodística, se ve raudamente impulsada con colaboraciones
en El País, y con la fundación y dirección sucesiva de las revistas Prisma
(1905-1907) y Variedades (1908-1930), así como del diario La Crónica
(1912-1928),
Tiene ocasionales enfrentamientos
con el presidente Leguía y así termina perdiendo el empleo que tenía en la
Biblioteca Nacional.
En 1926, viaja a Washington como
Delegado peruano en el Congreso Panamericano de Periodistas, y más tarde, en
1929, a la Exposición Iberoamericana de Sevilla, también como Delegado oficial.
A su regreso al Perú, Palma se encuentra con que el país se haya bajo el
gobierno militar del Coronel Luis Sánchez Cerro,tras el derrocamiento de Leguía,
siendo pronto arrestado y enviado a la isla San Lorenzo, antes de su traslado a
prisión, en el Panóptico de Lima, donde también se encuentra encarcelado
Leguía, quien fallecerá allí en 1932. Aunque indultado de la pena de cárcel, el
escritor se ve exiliado a Santiago de Chile en 1932, donde sobrevivirá
arduamente gracias a colaboraciones en la prensa chilena y argentina, hasta que
el asesinato de Sánchez Cerro, al año siguiente, permita su retorno. En 1934, publica
en Lima su
novela de ciencia ficción XYZ,
que escribiera durante el exilio chileno.
El 13 de septiembre de 1946,
muere en el Hospital Arzobispo Loayza, a causa de un cáncer de páncreas,
dejando varias obras inconclusas.
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